Siempre que llega esta fecha me acuerdo de ella. Desde que era pequeña íbamos juntas a ver el Bando y cuando regresábamos a casa me tenía preparada una fuente de paparajotes ¡qué buenos que los hacía! Pero desde que no está a mi lado todo es diferente. Ya no tengo la misma ilusión que tenía cuando llegaba esta fiesta. Ahora todo me recuerda a ella. Pero lo peor es que desde entonces no los he comido. Mil veces lo han intentado mi madre, mi tía… pero ninguna sabe hacerlos como ella. Ojalá volvieses, abuela. Te echo muchísimo de menos Celia González Andreo
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