Descripción
Cuando empezó a arrancar la novela, Eduardo Boix (autor y muerto en esta historia) envió las primeras páginas a Félix Romeo. Éste le animó a que continuara narrando en primera persona su propio entierro. Meses después, la inesperada muerte de Félix hizo que esta historia tomase una nueva dimensión y se convirtiese en un homenaje a Romeo; y también a todas aquellas personas especiales que, como él, nos dejan huérfanos con sus muertes repentinas.
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