Así de dulce fue la historia de su amor.
Vino a Murcia para estudiar y conoció a Fuensanta, quien con su belleza le nubló el sentío, como decían por aquí.
Cuando se enamoró, le dijo: dame un motivo para quedarme a tu lado y dejarlo todo atrás, mi familia, mis raíces, mi tierra…
Ella no tuvo que esforzarse mucho para convencerlo. Le dijo:
Ven mañana a mi casa que te daré más que eso.
Al día siguiente, puntual a la cita, acudió a casa de su amada.
¿Crees que esto es suficiente motivo? - le preguntó ofreciéndole su mejor paparajote.
Antonio García Torres
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